El panorama
La pandemia que atraviesa el planeta actualmente tiene a todos rascándose la cabeza, buscando ideas, alternativas para salir adelante, sobrevivir individualmente pero también apoyar colectivamente. Desde gobiernos hasta fundaciones, desde emprendedores hasta vendedores informales. El COVID-19 ha desatado situaciones que están superando cualquier escenario imaginado, algunos incluso se refieren a ellas como capítulos de la aclamada serie de ciencia ficción de Netflix Black Mirror.
Con ello, la visión de un mundo sostenible, igualitario y resiliente desglosada en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el 2030 en todos los países del mundo, hoy, está comprometida; la pobreza, la escasez, el conflicto, el desempleo, la crisis climática y la enfermedad siguen creciendo y avanzando de manera alarmante.
De acuerdo con el Programa de Desarrollo de la ONU, dichos objetivos fueron también creados para ser integrados y educar a los países y sus ciudadanos en términos de comunidad. Pues se reconoce que la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones, la lucha contra la desigualdad dentro y entre los países, la preservación del planeta, el crecimiento económico continuo e inclusivo y el fomento de la inclusión social están ligados entre sí y son inter-dependientes.
Este hecho permite introducir un recordatorio importante: es responsabilidad de todos, en conjunto, superar las dificultades, puesto que, cada acción individual tiene un eco infinito en el colectivo.
Entonces, ¿Cómo se hace? ¿Qué es lo que está en nuestras manos? ¿Cómo participar activamente #DesdeCasa?
El crowdfunding es una respuesta y te contamos por qué:
El poder de la ciudadanía activa y unida
Bien, antes… quizá también te preguntes
¿Qué es el crowdfunding?
El crowdfunding o financiamiento colectivo es una herramienta y movimiento que llegó a principios del siglo para lograr que causas, proyectos, ideas, emprendimientos, entre otros lograrán ser financiados con el apoyo de una comunidad a través de una plataforma online.
Si, así como se lee… En otras palabras el crowdfunding no es más que la ‘vaca’ –término coloquial usado en algunos países latinoamericanos- que se creó para recaudar fondos por distintos motivos, solo que ahora esa vaca… evolucionó. ¡Ya sabes porque nos llamamos #Vaki!
Esta herramienta es el resultado de años de experimentación e innovación en tecnología para facilitar el acceso y uso de servicios financieros por parte de la población; que hoy se recoge en el término fintech.
En Colombia según cálculos del Ministerio de Hacienda citados en Revista Dinero (2018), ¨Colombia es el tercer país en la región latinoamericana con mayor número de emprendimientos fintech¨ por lo que en el mismo año el crowfunding en el país finalmente se legalizó.
En palabras de la misión de Vaki, el financiamiento colectivo democratiza la financiación, devuelve el poder a la ciudadanía para que se active y en unión pueda responder a la crisis que hay hoy. A través de nuestra plataforma se ha descubierto que no todo está perdido: los Objetivos de Desarrollo Sostenible están siendo impactados a través de los proyectos que están creándose para ayudar en comunidad justo en estos tiempos que se están viendo tan afectados y que todo parece irse abajo.
¿Cómo?
La apuesta de Vaki: Somos Comüüünidad Sostenible
El crowdfunding más que democratizar el financiamiento, activar y unificar a la ciudadanía, entre muuuuchas otras cosas, aporta a un modelo económico sostenible, con el que es posible defender crisis humanitarias y garantizar la responsabilidad social en los usos del dinero, ya que es la comunidad misma la que vigila los propósitos.
La propuesta de Vaki consiste en dar visibilidad a cada ODS enlazándolo con cada causa creada para superar el COVID-19 en la plataforma, con el fin de educar sobre las distintas problemáticas y contribuir a la iniciativa de Naciones Unidas que busca garantizar el cumplimiento de los derechos humanos; generando nuevas formas de medir el impacto.
Así, con el poder de esta era online, el mensaje puede difundirse e inspirar a más personas a hacer frente a la pandemia financiando colectivamente cualquier idea que tengan para hacerlo sin riesgos.
Se podría resumir indicando que gracias a Vaki, más de 4.000 historias han sido apoyadas en Colombia y otros países de Latinoamérica, y más de 300 causas conectadas con los ODS han sido financiadas en medio de la pandemia; como campañas #SinHambreEnCasa que contribuyen al objetivo Hambre Cero; hasta festivales virtuales desde Leticia, Amazonas para alimentar a comunidades indígenas y apoyar al personal de salud del territorio, una causa que se suma a los objetivos Salud y Bienestar y Fin de la Pobreza.
Los fondos recaudados desde Marzo 15 a la fecha de hoy a través de Vaki alcanzan los $5.357.124.035 de pesos colombianos, de los cuáles el 80% se han destinado a las causas para sobrellevar las afecciones del COVID-19 en Colombia. Estamos hablando del apoyo de 68.711 vakers o aportantes.
Estas cifras son solo una pequeña muestra del alcance que el crowdfunding puede llegar a tener en países como Colombia en los que la sostenibilidad, comunidad y democracia son claves para no solo para superar la crisis actual, también para avanzar hacia una mejor economía y sociedad.
Un ejemplo que nos permite comprobar está tesis, se evidencia en la Vaki de la imagen creada para apoyar a vendedores informales/ambulantes, una de las poblaciones más afectadas a causa del virus y que desde tiempos atrás ha venido padeciendo. Para estas personas que no han tenido las mismas oportunidades que muchos colombianos, el sustento diario depende de las ventas que realizan en su mayoría, en las calles de las ciudades que hoy están vacías.
Con los aportes de esta Vaki, se hará entrega de un salvavidas –como sus creadores idearon- de $1.000.000 COP a 100 vendedores ambulantes para que puedan sobre llevar su situación económica y mantenerse en casa durante los próximos 2 o 3 meses. Una acción que impactará directamente en los ODS Fin de la pobreza y Reducción de la desigualdad.
Queda claro que este momento duro de nuestro caminar humano es también una invitación a reconocer lo que como ciudadanía unida podemos lograr hacer, incluso sin dependencias de terceros o gobiernos.
